Un auto-rescatador es un dispositivo de protección respiratoria personal de emergencia, diseñado para ser llevado por el trabajador o estar fácilmente accesible en su área de trabajo. Su propósito es proporcionar protección respiratoria durante un período limitado de tiempo, suficiente para escapar de un ambiente irrespirable a una zona segura o a un refugio.
Existen dos tipos principales de auto-rescatadores:
-
Auto-Rescatadores Filtrantes (CO-Filter Self-Rescuers):
- Mecanismo: Contienen un filtro químico que purifica el aire ambiente al convertir el monóxido de carbono (CO) tóxico en dióxido de carbono (CO2) menos dañino, y también pueden filtrar otras partículas o gases (dependiendo del tipo).
- Uso: Requieren la presencia de oxígeno en el aire para funcionar. Son específicos para la protección contra el monóxido de carbono (un riesgo común en incendios subterráneos o explosiones de gas en minas) y a menudo también contra otras partículas.
- Ejemplo: Aquellos que utilizan el Hopcalita () para oxidar el CO.
-
Auto-Rescatadores de Oxígeno Generado Químicamente (Oxygen Self-Rescuers o SCSR – Self-Contained Self-Rescuer):
- Mecanismo: Son dispositivos de circuito cerrado que no dependen del oxígeno del aire ambiente. Generan oxígeno respirable a través de una reacción química (generalmente con superóxido de potasio o peróxido de sodio/litio) y absorben el CO2 exhalado.
- Uso: Permiten la respiración en atmósferas con deficiencia de oxígeno o en presencia de cualquier gas tóxico, ya que no requieren filtración del aire externo.
- Autonomía: Proporcionan un suministro de oxígeno durante un tiempo específico (ej., 30, 60 minutos o más, dependiendo del modelo y la actividad física del usuario).
Ambos tipos son compactos, robustos y diseñados para ser activados rápidamente por el usuario en una emergencia. Cumplen con estrictas normativas de seguridad (como NIOSH para auto-rescatadores en EE.UU. o EN 401/402 para Europa).